miércoles, 30 de septiembre de 2009

White Dwarf 5

La llegada del nuevo año 1978 aceleró muchos de los proyectos que se venían preparando desde hacía varios meses.

La tienda de Dalling Road estaba prácticamente preparada y el día de apertura planeado para una fecha indeterminada de Marzo o Abril.
Y por supuesto se sigue publicando la White Dwarf. El número 5 de Febrero/Marzo con portada de Polly Wilson tiene un editorial fascinante en el que Ian saca la artillería y plantea el tema de los derechos de autor y el copyright sin ambages:

“El copyright es un seguro legal que existe precisamente para proteger al individuo o compañía de la piratería aplicada sobre su o sus ideas. Da al individuo o compañía el derecho exclusivo de publicar o vender copias de un trabajo durante un determinado periodo de tiempo. Con un juego, por ejemplo, el copyright se mantiene por 50 años. Los individuos o compañías tienen también la posibilidad de vender los derechos de producción de un producto en particular a “licenciados” y de ahí la aparición de todas las líneas de productos derivados. Twentieth Century Fox tiene los derechos sobre Star Wars y actualmente emplea a un grupo muy fuerte de abogados los cuáles estarán más que dispuestos a demandar a cualquier pirata hasta hacerlo desaparecer. Por supuesto ellos tienen todo el derecho a proteger su copyright, pero si su motivo es puramente la auto-protección es debatible.
Los jugadores de wargames lo tienen más fácil ya que en su medio obviamente el copyright no existe, es decir, la Segunda Guerra Mundial y por lo tanto cualquier batalla puede ser simulada y del mismo modo llevada al formato juego por cualquier fabricante sin infringir ninguna ley de copyright. Sin embargo los juegos de Ciencia Ficción/Fantasía y las figuras en miniatura se apoyan tremendamente en las películas y la literatura de CF/F a la búsqueda de ideas y temáticas. Han de hacerlo. Ahora ¿deben los fabricantes pagar por los derechos de producir estos juegos y miniaturas basados en bien conocidos libros y películas? Si, por supuesto que deben, pero que tengan o no estos derechos garantizados es un tema diferente. Twentieth Century Fox se alegrará de permitir un juego de Star Wars para un mercado masivo o incluso un gel de baño de Darth Vader (verídico) ya que generarán grandes royalties. Pero el fabricante que se muestre interesado en solicitar una licencia para hacer productos dirigidos al fan de la CF/F lo más probable es que sea rechazado ya que se trata de un mercado pequeño.
Por esto esos fabricantes tienen que intentar sortear las leyes del copyright a expensas y ante el disgusto tanto de ellos mismos como de sus clientes. Los propietarios del copyright toleran algunos de estos casos, pero ahora los fabricantes de juegos y figuras empiezan a encontrarse oprimidos. El juego Asedio a Minas Tirith ha desaparecido de las estanterías y pronto será seguido por La Batalla de los Cinco Ejércitos de TSR (el cual podría reaparecer en una fecha futura) y quién sabe durante cuanto tiempo permanecerá La Guerra del Anillo de FGU. Es triste averiguar también que Miniature Figurines está próxima a retirar su gama de figuras Mythical Earth.
Parece evidente que nadie saldrá ganando ante esta estricta aplicación de las leyes del copyright, pero los aficionados a la CF/F definitivamente saldrán perdiendo. Esperemos que estos problemas puedan ser resueltos y que así en un futuro las mesas de wargames reciban la presencia de Darth Vader con un sable láser, en vez de una demanda, en su mano.”

viernes, 25 de septiembre de 2009

El Día de los Juegos (Games Day III)



El 17 de Diciembre de 1977 se celebró el tercer Games Day, una vez más como en la primera edición, en el Seymour Hall, en Westminster.

Con cada nueva entrega del evento, la calidad del mismo aumentaba ostensiblemente. La participación superó holgadamente los 1000 asistentes dando lugar a escenas como las vividas en el stand de información, donde las tres chicas encargadas de resolver las dudas de los jugadores sobre la disposición y horarios de las distintas actividades, se las tuvieron que ver con sucesivas oleadas de fanáticos vocingleros que casi consiguieron avasallarlas, pero como auténticas profesionales se defendieron con gran maestría; hasta el punto de que Ian no pudo por menos que nombrarlas en los artículos que posteriormente aparecerían reseñando el día.
Se montaron 31 stands de venta, y además hubo numerosos grupos de aficionados que sumaron su colaboración en forma de partidas de recreación bélica en entornos de fantasía y ciencia ficción. Por ejemplo, los South London Warlords montaron una impresionante batalla desarrollada en la Tierra Media de Tolkien. Pero no fueron los únicos, otros grupos también representados con mesa de batalla incluida fueron: Wargames Action Group, Universal Wargames Society, Skirmish Wargames, Medway Wargames Group, Harlow Wargames Group y Chestnut Lodge Wargames Group. Y por la parte de los juegos de tablero hubo grupos como: Sigma Games Club y Ealing Games Group, así como varios colaboradores individuales y algunas compañías mostrando sus juegos in situ.
En lo concerniente a D&D, varias mesas dispuestas en exclusiva para librar partidas, bullían constantemente de actividad. Por si fuera poco uno de los actos más exitosos del día fue la competición de D&D, dirigida y arbitrada por Fred Hemmings y asistido en todo momento por Hartley Patterson. El concurso que consistía en varias rondas de preguntas a cada cual más difícil que la anterior, tubo algo más de 200 participantes y no acabaron hasta más de las 7.30 pm.
Otro de los platos fuertes del día en lo que se refiere a D&D fue la presentación oficial de la versión británica del juego. Impresa en UK, con ilustraciones propias y, sobre todo, mucho más económica para el inglés de a pie que la versión importada americana.
También hubo, como en las anteriores ediciones, una subasta de material de juego o relacionado, donde se llegó a pagar hasta 4 ₤ por una copia de la revista Dragon nº 3 (en aquel momento ya estaba descatalogada).
Particularmente interesante es descubrir que también hubo un concurso de pintura de fantasía, en el que como jurado contaron con la desinteresada ayuda de un renombrado pintor de miniaturas militares llamado Steve Kemp. Los dos campeones fueron: en segundo lugar Geoff Mascall con su diorama “Sorry, the Squid´s Off”, una épica batalla entre un valeroso guerrero y un monstruo marino, y el primer puesto fue para Alistair Morrison en la categoría de miniatura individual con un Demonio Alado. Aly se convertiría con el tiempo, junto a su esposa Trish, en diseñador de miniaturas para Citadel y cofundador de Marauder Miniatures. Este concurso aún estaba lejos de lo que llegaría a ser el Golden Demon, pero era un comienzo.

Ian y Steve se sentían tremendamente complacidos con el resultado, habida cuenta de que algunos de los asistentes llegaban desde lugares tan lejanos como Alemania o Austria, y ya no albergaban la más mínima duda de que al año siguiente se celebraría el Games Day IV. Solo tenían que decidir la fecha definitiva y el lugar.

Foto superior izquierda: batalla por la Tierra Media a cargo de los South London Warlords

Foto central derecha: de izquierda a derecha, Bill Howard, Don Turnbull, Tony Ball y Rob Thomasson, con el D&D Británico

Foto inferior central: ilustración original de John Blanche


martes, 22 de septiembre de 2009

Hacia 1978



Finales de 1977 fue una época de consolidación para la empresa, pero no sería hasta el año siguiente que realmente iniciarían el rápido ascenso que les daría fama internacional.

En las postrimerías del año se publicaron un par de números más de la revista White Dwarf de los que hemos de destacar:
En el número 3 aparecido en Octubre y con portada de Alan Hunter, se inicia una nueva sección llamada Noticias, su función era evidente, pero no sólo se ocuparía de informar sobre las novedades en juegos, en este número se anunciaría el estreno de la película Star Wars.También es remarcable que aparece el primer artículo de la historia de la revista dedicado a la pintura de miniaturas, Coloring Conan's Thews por Eddie Jones, el cuál describía en profundidad los materiales necesarios para introducirse en el hobby miniaturístico.
El número 4 de Diciembre y que ocuparía también Enero de 1978 tenía la portada de John Blanche, que comenzaba su carrera como pintor de fantasía freelance. Con una editorial en el mejor de los tonos remueve-conciencias del señor Livingston, comentando la superioridad del mercado de juegos estadounidense en detrimento del británico , cuando en el pasado aún reciente ellos habían tenido la voz cantante. Comienza a observarse una madurez en el estilo del magazine. De nuevo resulta particularmente interesante un artículo escrito por el propio Tony Bath hablando de su juego Hyboria.



Un logro muy importante de finales de aquel año 1977, aunque no vería los resultados hasta el año siguiente, fue la publicación por primera vez fuera de las fronteras norteamericanas de una edición de Dungeons & Dragons. Dicha edición sería completamente oficial y sin embargo solo las reglas en sí se mantendrían iguales al original, ya que todas las ilustraciones fueron comisionadas a artistas británicos, John Blanche para la portada y Christopher Baker para el arte interior. La impresión del reglamento de 48 páginas sería encargada a The Pentagon Printing Group, la misma empresa que realizaba esta función para la White Dwarf, y como todos los productos directamente editados por Games Workshop, lucía el simbolo del ratón que distinguía a la empresa. Pero lo más importante de todo esto era el abaratamiento que en consecuencia sufría el juego al no tener que importarlo desde Estados Unidos y fabricándolo directamente en factorías inglesas y con materias primas y artistas locales.

Además en Diciembre se celebró el Games Day III, dando el reconocimiento definitivo al evento anual.


Fotos superiores: Portadas de las White Dwarf 3 y 4
Foto inferior izquierda: Portada de la 1ª edicion de D&D británico
Foto inferior: Logotipo Mickey Mouse GW 1975-1977

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ríos de plomo (catálogo)

Games Workshop no podía dejar de lado esta vertiente de la fantasía y ya desde sus orígenes tomaron contacto con varias empresas inglesas que producían toda clase de miniaturas, e incluso en su viaje a las GenCon americanas de 1976 ya habían mantenido una reunión con el personal de Ral Partha, una de las compañías que alcanzaría más renombre en aquella época.

A continuación se incluye una pequeña revisión al catálogo de miniaturas disponibles a través del servicio de venta de GW, con una pequeña descripción de la casa fabricante:

Minifigs
Esta marca representa el paradigma de la producción británica de aquel entonces. Fundada en 1964 por Neville Dickinson y basada en un principio en las gamas históricas en 15 mm, esta empresa es considerada como la productora de wargames más antigua que aún sigue en funcionamiento.
A mediados de los 70 lanzaron un par de gamas de corte fantástico en 25 mm.
-Gama “D&D” en 25 mm: Orcos, Enanos, Kobolds, Hobbits, Goblins, Hobgoblins, Elfos, Gnomos y Gnols.
-Gama “Mythical Earth” en 25 mm: Ambientada en la Tierra Media de Tolkien.
-Gama “Espada y Brujería” en 25 mm: Ambientada en la era Hyborea de Robert E. Howard.
-Gamas “Personajes de Espada y Brujería” y “Clérigos Variados”: Ideales para representar los grupos de aventureros.
-Gama “Ciencia Ficción” en 25 mm: El mejor complemento de las aventuras espaciales.


Greenwood & Ball
John Greenwood comenzó a modelar miniaturas en 40 mm antes incluso de la II Guerra Mundial y ya en los años 40 pasó a unos muy distintos 20 mm. A la muerte de Greenwood en 1971, Bill Pearce de The Garrison, una tienda en Harrow (Middlesex), que había sido un gran amigo del finado, tomó las riendas de la marca, embarcándose en la producción de género fantástico.
-Gama “Espada y Brujería Garrison” en 25 mm: Con una gran variedad de criaturas y héroes.
- Escenas de fantasía “Sanderson” en 54 mm: Representando viñetas con un grupo reducido de personajes.

Conquest
Para esta marca en concreto, trabajó durante una temporada Bryan Ansell, y para ellos crearía su:
-Gama “Era de Jomán” en 25 mm: Con una gran variedad de las razas de fantasía arquetípicas.

Lamming
Bill Lamming, de East Yorkshire, es un auténtico personaje. Comenzó a modelar profesionalmente al retirarse de la policía a mediados de los 60. Su trabajo se basó exclusivamente en material histórico.
Años más tarde fichó por una compañía llamada Gallia, que se había especializado en producir escenografía en resina. Bill que sólo había trabajado en metal, descubrió demasiado tarde que era alérgico a las resinas y se vio obligado a abandonar el negocio. No obstante no se desanimó y comenzó a coleccionar mariposas con la misma ilusión que ponía en todo lo que hacía, y acabó sus días de lo más feliz.
-Gama de “Medievales a pie” en 25 mm.

Asgard Miniatures
Cofundada por Bryan Ansell en Nottingham, esta marca nació directamente para surtir de monstruos las mazmorras de los aficionados a los juegos de fantasía. Esta empresa tiene el honor añadido de ser el germen de lo que más tarde llegaría a ser Citadel Miniatures.
-Gama de “Fantasía” en 25 mm: Con armas intercambiables. Toda una novedad en aquel tiempo.

Minot Miniatures
Esta marca fue fundada por Barry Minot en los años 70.
-Gama “La Era del Bárbaro” en 25 mm: Los denominados SuperHeroes, Nasties y Miscelánea.
-Gama “Olímpicos, Héroes y Horrores” en 25 mm: Basada en la mitología griega.
-Gama “Thane Tostig” en 25 mm: Basada en el juego de fantasía del mismo nombre.

Der Kriegspieler
Esta marca estadounidense comercializaba una extensa línea de miniaturas basadas en El Señor de los Anillos al tiempo que realizaba algunos de los primeros packs de miniaturas creados en exclusiva para TSR.
-Gama “Fantásticas” en 25 mm: Basadas en El Señor de los Anillos.


Las fotos incluidas pertenecen a los catálogos originales de las marcas a las que acompañan

martes, 15 de septiembre de 2009

Ríos de plomo


La relación actual de Games Workshop con las miniaturas (sean del material que sean) es evidente, pero en sus orígenes ya era muy fuerte, aunque de un modo distinto.

Los juegos de rol surgen de una forma casi orgánica siguiendo la estela dejada por los grupos de simulación histórica, los jugadores de wargames y los aficionados a los juegos de mesa “progresivos”. Mucho antes de que Gary Gygax creara D&D, aficionados en solitario o pequeños grupos de amigos (por regla general pertenecientes a alguna asociación de jugadores de la rama histórica) empezaron a mezclar mundos de fantasía consolidados, como podían ser El Señor De Los Anillos o Conan, con sus juegos de batallas clásicas o medievales. Esto mismo hizo Gary en un juego de su cosecha llamado Chainmail, que venía a ser un wargame alto medieval en el que se podía incluir magia y criaturas mitológicas. Más adelante Gary minimizaría la importancia de los ejércitos mientras aumentaba el protagonismo de los héroes en el juego y de esta manera plantaba el germen de D&D.
Una característica común a todos estos juegos era el uso de miniaturas de plomo, como se venía haciendo desde antes incluso de la aparición del antiquísimo Little Wars de H.G. Wells. Naturalmente en algunas variantes primaba el empleo de tokens o contadores, pero siempre ha existido consenso en cuanto a la vistosidad que ofrecen los ejércitos en miniatura.

Con la aparición del rol muchas compañías fabricantes de “soldaditos de plomo” comenzaron a expandir sus líneas con aventureros de toda índole: orcos, elfos y toda suerte de criaturas para que poblaran las mazmorras de las aventuras roleras.
Ya desde su nacimiento los juegos de rol tuvieron una muy estrecha relación con las miniaturas y tanto los Masters como los propios jugadores poseían una o varias figuras para representar los eventos de la misión. En muchos casos las colecciones de miniaturas crecían más allá de lo necesario para jugar y los propietarios aquejados de la fiebre del plomo reutilizaban sus ejércitos en wargames de corte fantástico.
Fue una época dorada para la industria.

viernes, 11 de septiembre de 2009

White Dwarf 2






Tras el éxito obtenido con la primera entrega del Enano Blanco el segundo número estuvo en las calles en Agosto de 1977.

La portada de Christopher Baker (Fangorn) representaba a un bárbaro enfrentándose a una pareja de duendes invocados por un hechicero en su propia guarida.

La editorial de Ian Livingston no tiene desperdicio y viene a ser como sigue:

“Los jugadores de wargames más tradicionales, en particular los de la vertiente de sobremesa, llevan un tiempo metiendo sus narices con desprecio en D&D y en los juegos de Ciencia Ficción/Fantasía en general, considerándose a si mismos por encima, ya que los ubican como infantiles sin sentido.
¿Qué les hace comportarse de esa forma superior?
¿Podría ser una falta de comprensión por su parte? Los jugadores de CF/F que, en su mayor parte, empezaron con los wargames comprenden que los jugadores de wargames no buscan deleitarse entre sangre y entrañas cuando juegan, sino que están simplemente enfrentando su ingenio estratégico y táctico contra algún otro mientras pasan un buen rato.
Parecería razonable, por lo tanto, que los jugadores de wargames entendieran que los jugadores de CF/F están haciendo lo mismo.
Si su argumento es que los juegos carecen de habilidad, les sugiero que prueben D&D, Starship Troopers, White Bear Red Moon, Outreach, Ogre…
Si su argumento es que los juegos carecen de credibilidad, entonces les sugeriría que abandonaran el pasado y miraran hacia el futuro.
Pero quizás, no sea ninguna de las dos razones de arriba y ellos, de hecho, aprecian que los jugadores de CF/F no son diferentes de ellos en lo que respecta a la actitud hacia sus juegos.
¿Cuál, entonces, puede ser la razón para su comportamiento?
Creo que la verdadera razón es que los jugadores de wargames ven que los juegos CF/F, con su siempre creciente grupo de seguidores, se están convirtiendo en un serio desafío a su autoridad en el hobby de los juegos para adultos y les están restando importancia para prevenir el relevo de popularidad.
Probablemente se han dado cuenta de que la magia y la interpretación en los juegos de fantasía y las armas futuristas y los monstruos de los juegos de ciencia ficción ofrecen mucho más de lo que los wargames podrán jamás, estando establecidos dentro de tan estrechos límites. Así que podría tratarse de un caso de intentar conservar su credibilidad.
Pero en realidad, debería existir la armonía entre ambas facciones. ¿Por qué intenta la una, reducir el estatus de la otra? Después de todo, los wargames son una fantasía, y los juegos CF/F son wargames con la dimensión añadida de la imaginación.”






Más de treinta años después podemos considerar esta editorial como tema de rabiosa actualidad hasta el punto de que si la viéramos escrita en cualquier revista especializada contemporánea nos resultaría igual de acertada. ¡Qué poco hemos cambiado!

Al mismo tiempo que Fred Hemmings seguía su serie sobre el D&D Competitivo y Don Turnbull desarrollaba más en profundidad su Monstermark System, es de gran interés una reseña escrita por Ian sobre Asgard Miniatures, donde vemos por primera vez nombrado, en la historia de GW, a Bryan Ansell como cofundador de esta marca de miniaturas y me atrevería a suponer que este primerísimo contacto entre GW y Asgard/Ansell fue el germen de lo que más tarde se convertiría en Citadel Miniatures.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Catálogo original (2ª parte)

Continuamos con la selección de material perteneciente al catálogo original de Games Workshop.

Tras los Juegos de Fantasía vienen los Reglamentos de Fantasía donde, entre otros, estaba el “Ringbearer” de The Little Soldier con un precio de 1´95 ₤, ambientado en la novela de Tolkien; su propia hija había colaborado en su publicación. O también el “Royal Armies of the Hyborean Age” de Fantasy Games Unlimited a 3´50 ₤, basado en las novelas del famoso bárbaro.

En la sección de Reglamentos de Juegos de Rol entre aquellos primerísimos sets continuadores del camino iniciado por D&D había varios juegos también creados por TSR, como el "Metamorphosis Alpha", a 3´40 ₤ o el "Boot Hill", al mismo precio y de temática del Salvaje Oeste.
Otras compañías como Fantasy Games Unlimited se subieron al carro de este nuevo tipo de juegos y sacaron sus propios títulos, como "Bunnies & Borrows" a 3´50 ₤ donde tenías que interpretar a un conejo, o "Flash Gordon", a 3´95 Libras basado en los comics Pulp del mismo nombre.

Habían creado una sección original a la que denominaban Nuclear War Games donde Steve se aseguró de que tuviera su espacio "The Warlord", a 8´95 ₤, este juego de Mike Hayes era bastante caro puesto que se trataba de una autopublicación. Este juego acompañaría aún durante bastantes años la historia de Games Workshop. También de esta temática estaba el "Missile Crisis", a 4´75 ₤, de Attack Wargaming Association y basado en la crisis de los misiles cubanos.

Sigue una sección denominada Science Fiction Games en la que juegos como el "Formalhaut II" de AIWA con un precio de 4´75 ₤ simulaba enfrentamientos entre naves espaciales. TSR lanzó su propia trilogía de juegos de Ciencia Ficción interrelacionados, el primero fue "Star Probe", a 4´25 ₤, y el segundo "Star Empires" a 4´95 ₤, pero el tercero nunca llegó a ver la luz.
Avalon Hill publicó su propio wargame futurista basado en la novela de Robert A. Heinlein, "Starship Troopers" costaba 8´95 ₤ y aprovechó en gran medida el éxito de la película Star Wars para vender un gran número de ejemplares en 1977.

La siguiente sección era Science Fiction Rules con juegos tales como "Star Web" de Flying Buffalo a 0´70 ₤, con un sistema orientado al juego por correo. O "The Ythri" a 5´75 ₤ y basado en la novela The People of the Wind de Poul Anderson.

Para terminar con los productos de tipo juegos y reglamentos había otras dos secciones, una de Wargames con muchos juegos del tipo "Fight in the Skies" de TSR, el "Der Fuhrer" de The Little Soldier, o el "Russian Civil War” de SPI, y otra sección de Miniatures Wargames Rules con reglamentos del tipo “Air Power” de TSR, “Gladiators” de FGU, “Knights of the Round Table” o “Zulu” de LS.

Además de los reglamentos disponían de una amplia variedad de artículos relacionados. Como por ejemplo los juegos de dados poliédricos, los cuáles vendían tanto sueltos como en set; o las revistas especializadas, como la “Dragon” con un precio de 1´25 ₤ o naturalmente la “White Dwarf” mucho más económica para el britano de a pie, y también la “Little Wars” a 1´25 ₤ o “Strategic Review” la cuál se vendía en un pack con los siete números publicados por 3´30 ₤.

En esta revisión de material me he dejado atrás muchos títulos que también formaban parte de su catálogo, pero se ha de considerar los reseñados como representativos del conjunto.
En próximas entregas seguiremos repasando otras secciones del material disponible de GW centrándonos en las marcas de miniaturas de plomo disponibles.


Fotografías de hoy: una selección de productos de TSR

domingo, 6 de septiembre de 2009

Catálogo original (1ª parte)


Ya hemos hablado del origen de la empresa y de lo bien que estaban empezando a vender sus productos, refiriéndonos en particular a la relación comercial con TSR y su juego insignia Dungeons & Dragons. Pero no podemos dejar sin comentar el resto de material que componía el catálogo de aquellos primeros días de Games Workshop, antes incluso de abrir su primera tienda y de tener estanterías donde colocar todo esto.
Hoy nos centraremos en los propios juegos, haciendo una revisión a sus primeros listados de venta. Naturalmente estos juegos eran en su mayoría bastante distintos de cómo los conocemos hoy en día. Una de sus peculiaridades era que solían presentarse en bolsas con cierre zip lock o hermético. Resultaban relativamente caros ya que sus editores eran muchas veces los propios autores y la tirada no acostumbraba a ser muy extensa. Los ilustradores o maquetadores eran amigos de los creadores con un cierto conocimiento artístico, pero estaban lejos de ser expertos. Y donde hoy en día vemos gran profusión de contadores o tokens en plástico, entonces solo contaban con fichas de cartón, y eso los más afortunados. Podríamos decir que estaban hechos con mucha ilusión pero pocos medios y profesionalidad. Aún así lograron una aceptación como hacía muchos años que no se conocía en el mundo del ocio. Poco a poco, no obstante, con la proliferación de marcas y el crecimiento del mercado, estos productos empezaron a mejorar su aspecto general y el “envasado”, haciéndolo más atractivo a los compradores.

Como no, empezaremos con la familia D&D, perteneciente a TSR. Constaba del juego básico, en su primera edición era un set en caja al precio de 6´75 ₤, y al que se sumaron los cinco suplementos originales: “Greyhawk” y “Blackmoor”, que eran entornos de campaña, y “Eldritch Wizardry”, “Gods, Demigods and Heroes” y “Swords and Spells”, que añadían expansiones a las reglas. Todos se vendían a 3´40 ₤. También se sumó el juego “Chainmail”, un wargame predecesor de D&D, al mismo precio.
Además estaban las ayudas de juego, como los tres “Geomorphs”, que tenían cada uno un coste de 1´5 ₤ y que no tuvieron nunca una gran aceptación entre el público. Tal vez por eso Dave Arneson concedió su permiso a una empresa muy joven llamada Judges Guild para, usando conceptos originados en sus propias partidas de Dungeons, crear una serie de módulos y ayudas de juego, que si tuvieron un rápido éxito. Como ejemplo pondremos el “City State of the Invencible Overlord” a 6,50 ₤.
Games Workshop haría su propia contribución a la familia con un bloc de “20 Hojas de Personaje” para D&D al precio de 0´50 ₤ cada bloc.

Según el catálogo GW lo siguiente era los Juegos de Fantasía, de los que destacaremos el “Dungeon!” de TSR, con un precio de 7´95 ₤ era una versión simplificada y en tablero del juego de rol. De TSR también estaba el “Lankhmar”, a 6´95 ₤ ambientado en la ciudad de los mundos de Fritz Leiber, o el “War of the Wizards” a 4´95 ₤, donde se interpretaba el duelo entre dos hechiceros usando para ello hasta 71 pequeñas tarjetas con los posibles encantamientos.
Simulations Publications Inc., SPI introdujo con su “Sorcerer”, 6´25 ₤ un interesantísimo concepto del combate mágico a través de una rueda de colores, según la cuál el color a la derecha en dicha rueda es siempre considerablemente más poderoso que su vecino de la izquierda.
Y The Chaosium que rápidamente empezaría a publicar magníficos juegos de rol, inició su andadura vendiendo juegos de tablero como “White Bear & Red Moon” a 6´95 ₤, o “Elric” a 8´75 ₤.


Foto central derecha: el Character Sheets de GW