viernes, 13 de diciembre de 2013

Russ Nicholson




Personaje Games Workshop: Ilustrador


                                                                                                                                                                         
The Fiend Factory: Bodach

Russ Nicholson es uno de los ilustradores más prolíficos de Games Workshop en sus primeros días. Hemos visto que era un colaborador constante en la revista White Dwarf y también prestaba su arte a los productos de la marca. Cuando reseñamos el juego Warlock nuestro compañero Zhu bajiee nos recordó que el reglamento había sido ilustrado por Russ. Y no olvidemos los diseños de personajes y dibujos de relleno para los módulos de Juegos de Rol que estaban publicando bajo licencia pero con formato propio, por ejemplo ya habíamos disfrutado de un par de sus ilustraciones de Gnolls en la pasada entrada sobre el estado de Citadel.
Pronto y como veremos en los artículos correspondientes, también pasaría a ilustrar los libros de Lucha Ficción que Ian y Steve estaban a punto de lanzar bajo el sello de la editorial Penguin Books. Y no debemos dejar de mencionar los futuros trabajos, que también comentaremos llegado el momento, sobre juegos de miniaturas por todos conocidos.
De forma que su importancia en esta historia es indudable, además de ser un artista de gran valía y merecedor de este espacio.

Russ, nacido en la brumosa Escocia en 1950, demostraba un ávido interés por el mundo del Arte desde la más tierna infancia, siendo de la clase de niño que podía pasar horas mirando las viñetas de un cómic o una lámina a color de un cuento de hadas. Donde otros chavales buscaban la historia o la acción, el se interesaba más por la imagen, la técnica e incluso, cuando pasó algún tiempo, por el autor de la obra. También sentía una inclinación natural hacia la mitología y las leyendas, gracias en parte a una pequeña pero muy seleccionada biblioteca familiar con títulos como la Colección de Libros de Cuentos de Hadas de Andrew Lang.
Mientras realizaba sus estudios superiores en el Colegio de Arte y Diseño Duncan de Jordanstone (más tarde parte de la Dundee University), no dedicó mucho tiempo a la ilustración de Fantasía, aunque seguía muy interesado en dicho campo, sus trabajos se encaminaban más hacia el misterio y el terror gótico, estando claramente influenciado por artistas como Aubrey Beardsley, un pintor escocés de finales del XIX muy en la línea del checo Mucha y que escandalizó en su momento a la sociedad victoriana con sus trabajos decadentes, grotescos y en algunos casos eróticos; o también por el irlandés Harry Clarke, vidriero e ilustrador, con el que la similitud en los trazos es, a veces, muy evidente; otra influencia fue la de Edmund Dulac, ilustrador francés afincado en Inglaterra a principios del siglo XX, que con el declive del mundo artístico editorial tras la Gran Guerra se dedicó a diseñar los sellos de correos de este país y los billetes de la Francia Libre durante la II Guerra Mundial.
El único problema en aquellos días de los primeros años setenta era que conseguir libros monográficos de estos artistas era tremendamente difícil, ya que casi no existía demanda sobre un producto tan especializado.
Una vez terminada su formación y al iniciar su búsqueda de trabajo en el mundo editorial como ilustrador freelance, se traslada a Inglaterra. Allí la mayoría de las agencias le rechazan de manera más o menos amable, ya que consideraban que su estilo era excesivamente clásico, con ese tufillo a lo Arthur Rackham que en aquel momento intentaban rehuir mientras promovían un concepto “moderno” en la presentación de sus productos siguiendo la moda del momento. Prácticamente le lanzaron al creciente mercado de la Fantasía y la Ciencia Ficción, así como al mundillo de las revistas como Dark Horizons de la British Fantasy Society’s, o los fanzines que proliferaban en la época, y es aquí donde puede explorar entre sus propias ideas haciéndose un hueco cada vez más importante.
Su marca de la casa ha sido el uso persistente del dibujo en blanco y negro a base de lápiz y tinta, pero con un nivel de detalle que llega a lo intrincado, como filigranas de joyería.

Sus primeros trabajos para Games Workshop aparecen el la revista White Dwarf, para ser exactos en el número 12 de Abril y Mayo de 1979, en anuncios de eventos o en los artículos de juego, como el famosísimo “The Fiend Factory”, y además le comisionan la realización del arte interior, como el de las fichas, de varios de los primeros juegos. El Warlock, donde ilustró las cartas del juego, y también Doctor Who, juego en el que recientemente hemos averiguado que se ocupó del arte de los tokens y en el que curiosamente no aparece nombrada su colaboración en los créditos.

Más adelante podremos seguir disfrutando de más muestras de su obra conforme avance la historia de Games Workshop, mientras tanto es de visita obligada su blog donde desgrana los entresijos del trabajo de un ilustrador de Fantasía, y como ya dijera en su momento Agramar en su propio blog, “atesora curiosidades y material que a gente como yo nos sirve para hacer entradas en nuestros propios blogs y de esa forma dar a conocer juegos y material muy interesante”



Sniads del Fiend Folio


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